Hola, ¿qué tal?
Yo soy Tobías, alumno de la sede Almagro y soy parte del grupo que viajó la semana pasada a visitar las casas de Pablo Neruda, en Chile.
En primer lugar, me gustaría agradecer a la escuela por brindarnos esta oportunidad a todos los ganadores, a Pilar y a Fabián por acompañarnos, divertirse junto a nosotros y por transmitirnos muchos conocimientos que por cuestiones de tiempo quedan afuera de las aulas y, finalmente, al increíble grupo de gente, de amigos, que se formó.
Hablando un poco acerca de Don Pablo...
Sinceramente no esperaba ver las cosas que vi, vivir las cosas que viví. El tipo era un completo genio, una mente única. Me quedó grabada una frase que dijo Fabi en el recorrido por la Chascona: "Estos tipos nacen una vez, sólo una vez" y la verdad... es que es cierto.
Un viaje que se lo recomiendo a todos.
Bueno, me voy despidiendo y espero que este haya sido el comienzo de una larga serie de viajes a lugares tan maravillosos como este. Ojalá que el año que viene otros once o doce chicos puedan disfrutar de lo mismo que nosotros, o quién sabe, por ahí alguno spueda ir de nuevo.
Tobi.
domingo, 1 de noviembre de 2009
miércoles, 28 de octubre de 2009
Isla Negra
Hola hola hola ¡Qué día el día de hoy!
Nos levantamos a las ocho, desayunamos y 8.45 estábamos en la combi. En dos horas llegamos a Isla Negra. El camino es precioso, tipico de montaña, con subidas y bajadas, vueltas y más vueltas. es un camino que recorre sembradíos en ladera, barrios de casas en alto todas de otro color, muy muy bonito...y la montaña imponente circundándonos.
Llegamos a la casa de Pablo Neruda y a partir de ese momento fue entrar en otra dimensión. La casa es tan tan original (semeja un barco y está construida a lo largo) y única, tan lujosa y sencilla, tan viva y tan museo.
Está todo todo plagado de objetos que coleccionaba Pablo: mascarones de proa, caracoles, barcos en botellas, ceniceros, instrumentos musicales, muñequitas, etc. etc. Pablo Neruda decía que él no era un coleccionista, sino un "cosista", porque adoraba juntar cosas, sobretodo aquellas que estuvieran relacionadas con las habilidades manuales para las que se consideraba muy torpe.
La vista es increíble ya que de forma panorámica desde todas las habitaciones se ve el mar, crispado, de un azul profundo, con las olas rompiendo casi casi dentro de ella.
No podíamos dejar de emitir todo tipo de exclamaciones a medida que íbamos transitando por el lugar. Nos embriagaba el asombro, la ternura, la emoción. Para los que amamos a Pablo Neruda desde hace mucho fue un sueño cumplido. Poder tocar su escritorio, su lapicera, su mesa de luz... en fin...
Los chicos estaban impactados, conmovidos y sobretodo disfrutando con curiosidad todo lo que veían. No dejaron de preguntarles a los guías sobre lo que les llamaba la atención o sobre algo que no les contaban y querían saber más.
Son un bombón todos juntos y cada uno en particular. Es conmovedor poder ver cómo reacciona cada uno y qué le va pasando con lo que ve, con lo que escucha.
Es cierto que estamos juntos hace solo dos días, pero siento que los conozco desde siempre y que podría seguir con ellos haciendo mil cosas; además entre ellos todo fluye, se llevan bien, comparten, se divierten...
Almorzamos frente al mar en un típico bodegón de playa y después un rato largo a la playa: jugaron a la pelota, juntaron caracoles, nos metimos hasta las rodillas en el agua, nos tiramos en la arena...
Ya de vuelta en el hotel,trámites: cambio, teléfono, mails, ducha, reposo y a las 9 cena.
Hoy nos quedamos en el hotel, después de cenar estamos organizando juegos con cartas y otros implementos y les tengo preparada una sorpresa "dulce".
Nos vamos despidiendo. Ya seguiré escribiendo a la vuelta, porque mañana no paramos de hacer actividades hasta subir al avión.
Chaucito
Nos levantamos a las ocho, desayunamos y 8.45 estábamos en la combi. En dos horas llegamos a Isla Negra. El camino es precioso, tipico de montaña, con subidas y bajadas, vueltas y más vueltas. es un camino que recorre sembradíos en ladera, barrios de casas en alto todas de otro color, muy muy bonito...y la montaña imponente circundándonos.
Llegamos a la casa de Pablo Neruda y a partir de ese momento fue entrar en otra dimensión. La casa es tan tan original (semeja un barco y está construida a lo largo) y única, tan lujosa y sencilla, tan viva y tan museo.
Está todo todo plagado de objetos que coleccionaba Pablo: mascarones de proa, caracoles, barcos en botellas, ceniceros, instrumentos musicales, muñequitas, etc. etc. Pablo Neruda decía que él no era un coleccionista, sino un "cosista", porque adoraba juntar cosas, sobretodo aquellas que estuvieran relacionadas con las habilidades manuales para las que se consideraba muy torpe.
La vista es increíble ya que de forma panorámica desde todas las habitaciones se ve el mar, crispado, de un azul profundo, con las olas rompiendo casi casi dentro de ella.
No podíamos dejar de emitir todo tipo de exclamaciones a medida que íbamos transitando por el lugar. Nos embriagaba el asombro, la ternura, la emoción. Para los que amamos a Pablo Neruda desde hace mucho fue un sueño cumplido. Poder tocar su escritorio, su lapicera, su mesa de luz... en fin...
Los chicos estaban impactados, conmovidos y sobretodo disfrutando con curiosidad todo lo que veían. No dejaron de preguntarles a los guías sobre lo que les llamaba la atención o sobre algo que no les contaban y querían saber más.
Son un bombón todos juntos y cada uno en particular. Es conmovedor poder ver cómo reacciona cada uno y qué le va pasando con lo que ve, con lo que escucha.
Es cierto que estamos juntos hace solo dos días, pero siento que los conozco desde siempre y que podría seguir con ellos haciendo mil cosas; además entre ellos todo fluye, se llevan bien, comparten, se divierten...
Almorzamos frente al mar en un típico bodegón de playa y después un rato largo a la playa: jugaron a la pelota, juntaron caracoles, nos metimos hasta las rodillas en el agua, nos tiramos en la arena...
Ya de vuelta en el hotel,trámites: cambio, teléfono, mails, ducha, reposo y a las 9 cena.
Hoy nos quedamos en el hotel, después de cenar estamos organizando juegos con cartas y otros implementos y les tengo preparada una sorpresa "dulce".
Nos vamos despidiendo. Ya seguiré escribiendo a la vuelta, porque mañana no paramos de hacer actividades hasta subir al avión.
Chaucito
martes, 27 de octubre de 2009
Primer día en Santiago
Hola a todos: después de una viaje buenísimo, arribamos a Santiago. Nos esperaba la guía que nos acompañaría durante todo el viaje. Fuimos hasta el hotel, dejamos el equipaje y ¡a conocer la ciudad! Caminamos un poco por los alrededores del hotel, almorzamos en un típico... fastfood (un asquito) y más tarde, a pie, hasta la casa de Pablo Neruda en Santiago, La Chascona.
La Chascona está enclavada en el barrio de Bellavista que es bellísiiiimoooooooo. Todas casas antiguas, supercoloridas, raras. Barrio de arte, tragos, comidas, artesanías. Subidas y bajadas, vueltas y más vueltas, empedrado, bohemia y como telón de fondo la Cordillera de los Andes.
Llegamos cansados (a esta altura del día se siente el madrugón) y nos sentamos en la terrazita del lugar. Es todo hermosooooooo. Al rato vino a buscarnos un guía de la casa y nos llevó a recorrerlo. Me cuesta describir todo lo que vimos, aprendimos, vivenciamos y sentimos. "Pablo" estaba con nosotros. Fue muy muy emocionante, el lugar es precioso, lleno de objetos entrañables, lleno de luz, lleno del espíritu del poeta. El guía se apasionaba y respondía una a una todas las preguntas que le hacíamos.
Estábamos llenos, cansados, pero muy contentos. En vista de nuestro estado, levantamos el city tour para hacerlo el jueves y volvimos al hotel. En el camino de vuelta, entramos en los mercados artesanales de Bellavista y los ojos se nos iban a todos lados, "pispeamos" en restaurantes raros, en lugares pintorescos; tocamos, miramos y lentamente después de varias cuadras llegamos al hotel. Rápidamente distribuimos las piezas, sin peleas, casi como si viajáramos juntos todo el tiempo (así se siente) y a ducharnos y descansar un poquito.
Ya son las 19 y vino la combi para llevarnos al Mesón Nerudiano donde cenaremos. El programa es pasear un ratito después de cenar... un heladito y a la cama porque hay que madrugar. Mañana Isla Negra.
La Chascona está enclavada en el barrio de Bellavista que es bellísiiiimoooooooo. Todas casas antiguas, supercoloridas, raras. Barrio de arte, tragos, comidas, artesanías. Subidas y bajadas, vueltas y más vueltas, empedrado, bohemia y como telón de fondo la Cordillera de los Andes.
Llegamos cansados (a esta altura del día se siente el madrugón) y nos sentamos en la terrazita del lugar. Es todo hermosooooooo. Al rato vino a buscarnos un guía de la casa y nos llevó a recorrerlo. Me cuesta describir todo lo que vimos, aprendimos, vivenciamos y sentimos. "Pablo" estaba con nosotros. Fue muy muy emocionante, el lugar es precioso, lleno de objetos entrañables, lleno de luz, lleno del espíritu del poeta. El guía se apasionaba y respondía una a una todas las preguntas que le hacíamos.
Estábamos llenos, cansados, pero muy contentos. En vista de nuestro estado, levantamos el city tour para hacerlo el jueves y volvimos al hotel. En el camino de vuelta, entramos en los mercados artesanales de Bellavista y los ojos se nos iban a todos lados, "pispeamos" en restaurantes raros, en lugares pintorescos; tocamos, miramos y lentamente después de varias cuadras llegamos al hotel. Rápidamente distribuimos las piezas, sin peleas, casi como si viajáramos juntos todo el tiempo (así se siente) y a ducharnos y descansar un poquito.
Ya son las 19 y vino la combi para llevarnos al Mesón Nerudiano donde cenaremos. El programa es pasear un ratito después de cenar... un heladito y a la cama porque hay que madrugar. Mañana Isla Negra.
miércoles, 27 de mayo de 2009
La Chascona
La piedra y los clavos, la tabla, la teja se unieron: he aquí levantada
la casa chascona con agua que corre escribiendo en su idioma,
las zarzas guardaban el sitio con su sanguinario ramaje
hasta que la escala y sus muros supieron tu nombre
y la flor encrespada, la vida y su alado zarcillo,
las hojas de higuera que como estandartes de razas remotas
cernían sus alas oscuras sobre tu cabeza,
el muro de azul victorioso, el ónix abstracto del suelo,
tus ojos, mis ojos, están derramados en roca y madera
por todos los sitios, los días febriles, la paz que construye,
Mi casa, tu casa, tu sueño en mis ojos, tu sangre siguiendo el
camino del cuerpo que duerme
como una paloma cerrada en sus alas inmóvil persigue su vuelo
y el tiempo recoge en su copa tu sueño y el mío
en la casa que apenas nació de las manos despiertas.
La noche encontrada por fin en la nave que tú y yo construimos,
la paz de madera olorosa que sigue con pájaros
que sigue el susurro del viento perdido en las hojas
y de las raíces que comen la paz suculenta del humus
mientras sobreviene sobre mí dormida la luna del agua
como una paloma del bosque del sur que dirige el dominio
del cielo, del aire, del viento sombrío que te pertenece,
dormida durmiendo en la casa que hicieron tus manos,
delgada en el sueño, en el germen del humus nocturno
y multiplicada en la sombra como el crecimiento del trigo.
Dorada, la tierra te dio la armadura del trigo,
el color que los hornos cocieron con barro y delicia,
la piel que no es blanca ni es negra ni roja ni verde
que tiene el color de la arena, del pan, de la lluvia,
del sol, de la pura madera, del viento,
tu carne color de campana, color de alimento fragante,
tu carne que forma la nave y encierra la ola!
De tantas delgadas estrellas que mi alma recoge en la noche
recibo el rocío que el día convierte en ceniza
y bebo la copa de estrellas difuntas llorando las lágrimas
de todos los hombres, de los prisioneros, de los carceleros,
y todas las manos me buscan mostrando una llaga,
mostrando el dolor, el suplicio o la brusca esperanza
y así sin que el cielo y la tierra me dejen tranquilo,
así consumido por otros dolores que cambian de rostro.
Recibo en el sol y en el día la estatua de tu claridad
y en la sombra, en la luna, en el sueño, el racimo del reino,
el contacto que induce a mi sangre a cantar en la muerte.
La miel, bienamada, la ilustre dulzura del viaje completo
y aún, entre largos caminos, fundamos en Valparaíso una torre,
por más que en tus pies encontré mis raíces perdidas
tú y yo mantuvimos abierta la puerta del mar insepulto
y así destinamos a la Sebastiana el deber de llamar los navíos
y ver bajo el humo del puerto la rosa incitante,
el camino cortado en el agua por el hombre y sus mercaderías.
Pero azul y rosado, roído y amargo entreabierto entre sus telarañas
he aquí, sosteniéndose en hilos, en uñas, en enredaderas,
he aquí, victorioso, harapiento, color de campana y de miel,
he aquí, bermellón y amarillo, purpúreo, plateado, violeta,
sombrío y alegre, secreto y abierto como una sandía
el puerto y la puerta de chile, el manto radiante de Valparaíso, padecimientos
el sol resbalando en la oscura mirada, en los ojos más bellos del mundo.
Yo te convidé a la alegría de un puerto agarrado a la furia del oleaje
metido en el frío del último océano, viviendo en peligro,
hermosa es la nave sombría, la luz vesperal de los meses antárticos,
la nave de techo amaranto, el puñado de velas o casas o vidas
y se sostuvieron cayéndose en el terremoto que abría y cerraba el infierno,
tomándose al fin de la mano los hombres, los muros, las cosas,
unidos y desvencijados en el estertor planetario.
La piedra y los clavos, la tabla, la teja se unieron: he aquí levantada
la casa chascona con agua que corre escribiendo en su idioma,
las zarzas guardaban el sitio con su sanguinario ramaje
hasta que la escala y sus muros supieron tu nombre
y la flor encrespada, la vida y su alado zarcillo,
las hojas de higuera que como estandartes de razas remotas
cernían sus alas oscuras sobre tu cabeza,
el muro de azul victorioso, el ónix abstracto del suelo,
tus ojos, mis ojos, están derramados en roca y madera
por todos los sitios, los días febriles, la paz que construye,
Mi casa, tu casa, tu sueño en mis ojos, tu sangre siguiendo el
camino del cuerpo que duerme
como una paloma cerrada en sus alas inmóvil persigue su vuelo
y el tiempo recoge en su copa tu sueño y el mío
en la casa que apenas nació de las manos despiertas.
La noche encontrada por fin en la nave que tú y yo construimos,
la paz de madera olorosa que sigue con pájaros
que sigue el susurro del viento perdido en las hojas
y de las raíces que comen la paz suculenta del humus
mientras sobreviene sobre mí dormida la luna del agua
como una paloma del bosque del sur que dirige el dominio
del cielo, del aire, del viento sombrío que te pertenece,
dormida durmiendo en la casa que hicieron tus manos,
delgada en el sueño, en el germen del humus nocturno
y multiplicada en la sombra como el crecimiento del trigo.
Dorada, la tierra te dio la armadura del trigo,
el color que los hornos cocieron con barro y delicia,
la piel que no es blanca ni es negra ni roja ni verde
que tiene el color de la arena, del pan, de la lluvia,
del sol, de la pura madera, del viento,
tu carne color de campana, color de alimento fragante,
tu carne que forma la nave y encierra la ola!
De tantas delgadas estrellas que mi alma recoge en la noche
recibo el rocío que el día convierte en ceniza
y bebo la copa de estrellas difuntas llorando las lágrimas
de todos los hombres, de los prisioneros, de los carceleros,
y todas las manos me buscan mostrando una llaga,
mostrando el dolor, el suplicio o la brusca esperanza
y así sin que el cielo y la tierra me dejen tranquilo,
así consumido por otros dolores que cambian de rostro.
Recibo en el sol y en el día la estatua de tu claridad
y en la sombra, en la luna, en el sueño, el racimo del reino,
el contacto que induce a mi sangre a cantar en la muerte.
La miel, bienamada, la ilustre dulzura del viaje completo
y aún, entre largos caminos, fundamos en Valparaíso una torre,
por más que en tus pies encontré mis raíces perdidas
tú y yo mantuvimos abierta la puerta del mar insepulto
y así destinamos a la Sebastiana el deber de llamar los navíos
y ver bajo el humo del puerto la rosa incitante,
el camino cortado en el agua por el hombre y sus mercaderías.
Pero azul y rosado, roído y amargo entreabierto entre sus telarañas
he aquí, sosteniéndose en hilos, en uñas, en enredaderas,
he aquí, victorioso, harapiento, color de campana y de miel,
he aquí, bermellón y amarillo, purpúreo, plateado, violeta,
sombrío y alegre, secreto y abierto como una sandía
el puerto y la puerta de chile, el manto radiante de Valparaíso, padecimientos
el sol resbalando en la oscura mirada, en los ojos más bellos del mundo.
Yo te convidé a la alegría de un puerto agarrado a la furia del oleaje
metido en el frío del último océano, viviendo en peligro,
hermosa es la nave sombría, la luz vesperal de los meses antárticos,
la nave de techo amaranto, el puñado de velas o casas o vidas
y se sostuvieron cayéndose en el terremoto que abría y cerraba el infierno,
tomándose al fin de la mano los hombres, los muros, las cosas,
unidos y desvencijados en el estertor planetario.
Las casas de Pablo Neruda
La Chascona
La Chascona es el nombre que Pablo Neruda le dio a su casa en Santiago ubicada a los pies del cerro San Cristóbal. Se ubica en calle Fernando Márquez de la Plata 0192, Providencia en Santiago. Su teléfono/fax es (56 2) 777 8741 - 737 8712. El horario de atención es de martes a domingo de 10:00 a 13:00 y de 15:00 a 18:00 hrs.
Casa de Isla Negra
Es la casa de Pablo Neruda ubicada en Camino Vecinal sin número es Isla Negra. Su teléfono es (56 35) 461284. El horario de atención es de martes a domingo de 10:00 a 14:00 y de 15:00 a 18:00 hrs. y en verano: de 10:00 a 20:00 hrs. continuado
La Chascona es el nombre que Pablo Neruda le dio a su casa en Santiago ubicada a los pies del cerro San Cristóbal. Se ubica en calle Fernando Márquez de la Plata 0192, Providencia en Santiago. Su teléfono/fax es (56 2) 777 8741 - 737 8712. El horario de atención es de martes a domingo de 10:00 a 13:00 y de 15:00 a 18:00 hrs.
Casa de Isla Negra
Es la casa de Pablo Neruda ubicada en Camino Vecinal sin número es Isla Negra. Su teléfono es (56 35) 461284. El horario de atención es de martes a domingo de 10:00 a 14:00 y de 15:00 a 18:00 hrs. y en verano: de 10:00 a 20:00 hrs. continuado
viernes, 22 de mayo de 2009
Los Versos del Capitán
Alguna vez leí en el prólogo de un libro...
Mucho se discutió el anonimato de este libro. Lo que yo discutía en mi interior mientras tanto, era si debía o no sacarlo de su origen íntimo: revelar su progenitura era desnudar la intimidad de su nacimiento. Y no me parecía que tal acción fuera leal a los arrebatos de amor y furia, al clima desconsolado y ardiente del destierro que le dio nacimiento.
Por otra parte pienso que todos los libros debieran ser anónimos. Pero entre quitar a todos los míos mi nombre o entregarlo al más misterioso, cedí, por fin, aunque sin muchas ganas.
¿Que por qué guardó su misterio por tanto tiempo? Por nada y por todo, por lo de aquí y lo de más allá, por alegrías impropias, por sufrimientos ajenos. Cuando Paolo Ricci, compañero luminoso, lo imprimió por primera vez en Nápoles en 1952 pensamos que aquellos escasos ejemplares que él cuidó y preparó con excelencia, desaparecerían sin dejar huellas en las arenas del sur.
No ha sido así. Y la vida que reclamó su estallido secreto hoy me lo impone como presencia del inconmovible amor.
Entrego, pues, este libro sin explicarlo más, como si fuera mío y no lo fuera: basta con que pudiera andar solo por el mundo y crecer por su cuenta. Ahora que lo reconozco espero que su sangre furiosa me reconocerá también.
Pablo Neruda Isla Negra, noviembre de 1963
Si alguna vez tienen la posibilidad de acercarse a una obra literaria tan mágica como esta por favor comuníquenlo. La mística que contiene este libro es sumamente atractiva pero a su vez nos presenta un magnifico litigio: ¿es realmente importante mostrar los textos como posesiones y logros personales o el mensaje de su contenido es modificado por la autoria? Creo que Neruda en algún momento fue invadido por este ovillo de incertidumbres y fusionando a la ciencia con la literatura experimentó con los lectores en general obteniendo un grandioso resultado.
He aquí un fragmento de esta obra maravillosa:
EL ALFARERO
Todo tu cuerpo tiene
copa o dulzura destinada a mí.
Cuando subo la mano
encuentro en cada sitio una paloma
que me buscaba, como si te hubieran, amor, hecho de arcilla
para mis propias manos de alfarero.
Tus rodillas, tus senos,tu cintura
faltan en mí como en el hueco
de una tierra sedienta
de la que desprendieron
una forma,
y juntos
somos completos como un solo río,
como una sola arena.
Mucho se discutió el anonimato de este libro. Lo que yo discutía en mi interior mientras tanto, era si debía o no sacarlo de su origen íntimo: revelar su progenitura era desnudar la intimidad de su nacimiento. Y no me parecía que tal acción fuera leal a los arrebatos de amor y furia, al clima desconsolado y ardiente del destierro que le dio nacimiento.
Por otra parte pienso que todos los libros debieran ser anónimos. Pero entre quitar a todos los míos mi nombre o entregarlo al más misterioso, cedí, por fin, aunque sin muchas ganas.
¿Que por qué guardó su misterio por tanto tiempo? Por nada y por todo, por lo de aquí y lo de más allá, por alegrías impropias, por sufrimientos ajenos. Cuando Paolo Ricci, compañero luminoso, lo imprimió por primera vez en Nápoles en 1952 pensamos que aquellos escasos ejemplares que él cuidó y preparó con excelencia, desaparecerían sin dejar huellas en las arenas del sur.
No ha sido así. Y la vida que reclamó su estallido secreto hoy me lo impone como presencia del inconmovible amor.
Entrego, pues, este libro sin explicarlo más, como si fuera mío y no lo fuera: basta con que pudiera andar solo por el mundo y crecer por su cuenta. Ahora que lo reconozco espero que su sangre furiosa me reconocerá también.
Pablo Neruda Isla Negra, noviembre de 1963
Si alguna vez tienen la posibilidad de acercarse a una obra literaria tan mágica como esta por favor comuníquenlo. La mística que contiene este libro es sumamente atractiva pero a su vez nos presenta un magnifico litigio: ¿es realmente importante mostrar los textos como posesiones y logros personales o el mensaje de su contenido es modificado por la autoria? Creo que Neruda en algún momento fue invadido por este ovillo de incertidumbres y fusionando a la ciencia con la literatura experimentó con los lectores en general obteniendo un grandioso resultado.
He aquí un fragmento de esta obra maravillosa:
EL ALFARERO
Todo tu cuerpo tiene
copa o dulzura destinada a mí.
Cuando subo la mano
encuentro en cada sitio una paloma
que me buscaba, como si te hubieran, amor, hecho de arcilla
para mis propias manos de alfarero.
Tus rodillas, tus senos,tu cintura
faltan en mí como en el hueco
de una tierra sedienta
de la que desprendieron
una forma,
y juntos
somos completos como un solo río,
como una sola arena.
jueves, 14 de mayo de 2009
¿Quién es Pablo Neruda?
Pablo Neruda
(1904-1973)
Neftalí Ricardo Reyes Basoalto (quien escribiría posteriormente con el seudónimo de Pablo Neruda) nació en Parral el año 1904, hijo de don José del Carmen Reyes Morales, obrero ferroviario y doña Rosa Basoalto Opazo, maestra de escuela, fallecida poco años después del nacimiento del poeta.
En 1906 la familia se traslada a Temuco donde su padre se casa con Trinidad Candia Marverde, a quién el poeta menciona en diversos textos como Confieso que he vivido y Memorial de Isla Negra con el nombre de Mamadre. Realiza sus estudios en el Liceo de Hombres de esta ciudad, donde también publica sus primeros poemas en el periódico regional La Mañana. En 1919 obtiene el tercer premio en los Juegos Florales de Maule con su poema Nocturno ideal.
En 1921 se radica en Santiago y estudia pedagogía en francés en la Universidad de Chile, donde obtiene el primer premio de la fiesta de la primavera con el poema La canción de fiesta, publicado
posteriormente en la revista Juventud. En 1923, publica Crepusculario, que es reconocido por escritores como Alone, Raúl Silva Castro y Pedro Prado. Al año siguiente aparece en Editorial Nascimento sus Veinte poemas de amor y una canción desesperada, en el que todavía se nota una influencia del modernismo. Posteriormente se manifiesta un propósito de renovación formal de intención vanguardista en tres breves libros publicados en 1926: El habitante y su esperanza ;
Anillos (en colaboración con Tomás Lagos) y Tentativa del hombre infinito.
En 1927 comienza su larga carrera diplomática cuando es nombrado cónsul en Rangún, Birmania. En sus múltiples viajes conoce en Buenos Aires a Federico García Lorca y en Barcelona a Rafael Alberti. En 1935, Manuel Altolaguirre le entrega la dirección a Neruda de la revista Caballo verde para la poesía en la cual es compañero de los poetas de la generación del 27. Ese mismo año aparece la edición madrileña de Residencia en la tierra.
En 1936 al estallar la guerra civil española, muere García Lorca, Neruda es destituido de su cargo consular, y escribe España en el corazón.
En 1945 obtiene el premio Nacional de Literatura.
En 1950 publica Canto General, texto en que su poesía adopta una intención social, ética y política. En 1952 publica Los versos del capitán y en 1954 Las uvas y el viento y Odas elementales. En 1958 aparece Estravagario con un nuevo cambio en su poesía. En 1965 se le otorga el título de doctor honoris causa en la Universidad de Oxford , Gran Bretaña. En octubre de 1971 recibe el Premio Nobel de Literatura.
Muere en Santiago el 23 de septiembre de 1973 . Póstumamente se publicaron sus memorias en 1974, con el título Confieso que he vivido.
(1904-1973)
Neftalí Ricardo Reyes Basoalto (quien escribiría posteriormente con el seudónimo de Pablo Neruda) nació en Parral el año 1904, hijo de don José del Carmen Reyes Morales, obrero ferroviario y doña Rosa Basoalto Opazo, maestra de escuela, fallecida poco años después del nacimiento del poeta.
En 1906 la familia se traslada a Temuco donde su padre se casa con Trinidad Candia Marverde, a quién el poeta menciona en diversos textos como Confieso que he vivido y Memorial de Isla Negra con el nombre de Mamadre. Realiza sus estudios en el Liceo de Hombres de esta ciudad, donde también publica sus primeros poemas en el periódico regional La Mañana. En 1919 obtiene el tercer premio en los Juegos Florales de Maule con su poema Nocturno ideal.
En 1921 se radica en Santiago y estudia pedagogía en francés en la Universidad de Chile, donde obtiene el primer premio de la fiesta de la primavera con el poema La canción de fiesta, publicado
posteriormente en la revista Juventud. En 1923, publica Crepusculario, que es reconocido por escritores como Alone, Raúl Silva Castro y Pedro Prado. Al año siguiente aparece en Editorial Nascimento sus Veinte poemas de amor y una canción desesperada, en el que todavía se nota una influencia del modernismo. Posteriormente se manifiesta un propósito de renovación formal de intención vanguardista en tres breves libros publicados en 1926: El habitante y su esperanza ;
Anillos (en colaboración con Tomás Lagos) y Tentativa del hombre infinito.
En 1927 comienza su larga carrera diplomática cuando es nombrado cónsul en Rangún, Birmania. En sus múltiples viajes conoce en Buenos Aires a Federico García Lorca y en Barcelona a Rafael Alberti. En 1935, Manuel Altolaguirre le entrega la dirección a Neruda de la revista Caballo verde para la poesía en la cual es compañero de los poetas de la generación del 27. Ese mismo año aparece la edición madrileña de Residencia en la tierra.
En 1936 al estallar la guerra civil española, muere García Lorca, Neruda es destituido de su cargo consular, y escribe España en el corazón.
En 1945 obtiene el premio Nacional de Literatura.
En 1950 publica Canto General, texto en que su poesía adopta una intención social, ética y política. En 1952 publica Los versos del capitán y en 1954 Las uvas y el viento y Odas elementales. En 1958 aparece Estravagario con un nuevo cambio en su poesía. En 1965 se le otorga el título de doctor honoris causa en la Universidad de Oxford , Gran Bretaña. En octubre de 1971 recibe el Premio Nobel de Literatura.
Muere en Santiago el 23 de septiembre de 1973 . Póstumamente se publicaron sus memorias en 1974, con el título Confieso que he vivido.
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